lunes, 26 de noviembre de 2012

Al cuervo le han querido, quienes se llegan a enamorar de él.


No esta noche no, esta noche mis letras no buscan perjudicar a nadie o enterrarse en alguna parte; vienen muertas, como de costumbre arrastrándose, pero es la pena y la vergüenza el aditivo especial de esta ocasión. 
Del cuervo se han querido librar, quienes se llegan a enamorar de él.  Fue una trampa, el cuervo no les dejo libres, confinó su corazón en el encierro. Sintieron la necesidad de gritarle: ¡Libertad también es amor! ¡Líbrame de ti! ¡Necesito que me dejes sola!  ¡Que me dejes en paz te digo! En este caso, muchas no se atrevieron a decírselo a la cara ¿Quién tendría el valor para pedir algo de libertad? Pocas lo hicieron a las palabras, la mayoría de las que quisieron librarse del cuervo lo hicieron a escondidas, de puntitas, entre las sombras. Debajo de la mesa, huían de su afecto opresivo, celoso y posesivo. Buscan un amor menos comprometido, uno que no les encerrará tanto y les redujera a un solo corazón al cual amar.
Del cuervo se han querido encaprichar, quienes se llegan a enamorar de él. Fue una condena, el cuervo no les presto atención jamás, olvidó que le querían. Sintieron la necesidad de gritarle: ¡Yo te amo! ¡Por favor no me dejes, aquí sigo para ti! ¡Que no me dejes te ruego! En este caso, muchas perdieron el valor por sí mismas y dieron todo a cambio por un segundo más con el cuervo, le pidieron su compañía sin jugar a las escondidas, le decían a quien fuera y sobre la mesa: Yo quiero estar contigo y solamente contigo. Ellas querían su afecto celoso, opresivo y posesivo. Buscan un amor más comprometido, uno que les encerrara tanto y les redujera a un solo corazón al cual amar.
Del cuervo se han querido sobrepasar, quienes se llegan a enamorar de él. Fue una tiranía, el cuervo soportó los abusos que exprimieron sus virtudes y evidenciaron sus flaquezas. Sintieron la necesidad de gritarle: ¡A mí me obedeces o te dejo! ¡Aquí se hace lo que yo quiera, pues yo soy tu ama y te he domado como a una fiera! ¡Obedecerás todo lo que te diga, cuando te lo diga, como yo te lo pida! En este caso, muchas lo explotaron, le quebraron sus alas, le patearon y pisotearon el pecho, lo dejaron afuera esperando en el frío desplumado, descubierto. Le vieron la cara, le escupieron a sus buenas intenciones y usaron su bondad para su beneficio. Se dejó llevar por la manipulación y la presión, así se convirtió en idiota. Buscan un amor que les complazca y les traiga recompensas, uno que les sea útil cuando lo dispongan y les amplíe su comodidad para que su corazón esté tranquilo y contento.
Del cuervo han querido lo mejor para su vida, quienes se llegan a enamorar de él. Fue una gloria, el cuervo tuvo en todo momento la oportunidad de volar lejos, pero prefería quedarse a pesar de los defectos y los problemas. El cuervo sintió la necesidad de gritarles: ¡A ti te amo por dejarme libre y permitirme dejarte libre! ¡A ti no quiero dejarte porque te esfuerzas en entenderme y quererme! ¡A ti no te pienso fallar, no te pienso mentir, no te pienso lastimar, te pienso amar y lo haré! En este caso, del que se sabe poco, una sola lo cuidó, lo apoyó y le entregó lo mejor de sí. Le dio ánimos para que emprendiera el vuelo por donde sintiera mejor sus ganas, le enseñó que difícil es amar y fácil es renunciar. Creó sueños, se desilusionó también por su puesto.  Pensó en él y el cuervo pensó en ella, tanto en las decisiones significativas, como en las que llevaban un resabio de simpleza. Ambos se dieron paz, comprensión, afecto y amor. Buscan un amor que les deje, que prospere en la adversidad y en la armonía se intensifique, que les cambie la vida y que el corazón de ambos, no sean los mismos jamás.


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